Así, el médico griego Hipócrates (450-377 a.C), anunció y estipuló que el consumo de alimentos saludables podría ser un aliado poderoso para reducir el riesgo de enfermedades tan comunes hoy en día, como la obesidad, la arteriosclerosis, hipertensión, la diabetes y el cáncer, así como el mantenimiento de la calidad de vida.
En los años 80, comenzaron los estudios de una serie de alimentos que tenían efectos fisiológicos benéficos para la salud, actuando en la prevención de algunas enfermedades. En 1991 se reglamentó esta categoría, denominándose Foods for Specified Health Uses (FOSHU), conocidos como Alimentos funcionales o nutracéuticos.
Estos alimentos pueden ser consumidos con seguridad y sin supervisión médica. Los efectos beneficiosos observados se deben a los componentes presentes de forma natural en compuestos tales como la fibra, antioxidantes (vitamina E, C, beta-caroteno) o el ácido graso Omega 3.
Estas sustancias pueden ser halladas en frutas, verduras, cereales integrales y en la mayoría de los pescados y también suelen ser encontrados en alimentos enriquecidos mediante procesos industriales, como la leche y yogures con minerales o las galletas vitaminadas. Es importante advertir que a menudo la cantidad existente de estos compuestos es muy pequeña en algunos productos industriales, así que se recomienda el consumo de alimentos frescos.
Los consumidores deben prestar atención en la etiqueta y al registro en el Ministerio de Salud u órgano responsable. El producto enriquecido debe contener la etiqueta de advertencia sobre el mantenimiento de la salud o prevención de la enfermedad.
Consejos para incluir alimentos funcionales en su dieta:
- Aliñe su ensalada con aceite de oliva;
- Coma pescado por lo menos 2 veces por semana;
- Consuma ensaladas y frutos secos diariamente;
- Añada en la ensalada u otras comidas semillas de sésamo o salvado;
- De preferencia al uso de salsa de tomate (mayor contenido de licopeno);
- De preferencia al consumo de semillas enteras en lugar de trituradas (Ej.: castañas, almendras, nueces, etc.).
Fuente: Nutrir y Vivir