Se trata del primer signo de voluntad real de Norcorea respecto de un acercamiento directo con EE.UU. Eso sí, las comitivas de Pyongyang y Washington no tuvieron contacto durante la clausura de los juegos.
“Juegos de la paz”. Así fueron bautizados los Juegos Olímpicos de Invierno en Pyeongchang, donde se concretó el mayor avance diplomático en años entre las dos Coreas y que hoy escribió un nuevo episodio después de que Norcorea ofreciera un diálogo directo a Estados Unidos. Así, la ruta del deshielo entre ambos países podría estar cerca.
Una imagen poco habitual fue lo que ocurrió hoy durante la ceremonia de clausura, ya que en la zona VIP figuró el anfitrión, el Presidente surcoreano Moon Jae-in, la hija del Presidente de Estados Unidos, Ivanka Trump, el general Vincent Brooks, comandante de las fuerzas estadounidenses en Corea del Sur y a dos asientos de distancia el general al mando de la delegación norcoreana, Kim Yong Chol.
Tres horas antes de la clausura y en un lugar no revelado, el mandatario surcoreano se reunió durante una hora con la delegación norcoreana, compuesta por ocho personeros, antes de conversar con Kim Yong Chol, vicepresidente del Comité Central del Partido y Ri Son Kwon, presidente del Comité para la Reunificación Pacífica de la Patria.
La oposición conservadora surcoreana protestó contra la visita de Kim Yong Chol, a quien acusan de ser el cerebro de dos ataques en 2010 que dejaron 50 muertos en un navío y una isla. Fue el propio general norcoreano quien le dijo al Presidente surcoreano que su país está “dispuesto” a dialogar con Estados Unidos.
Así lo confirmó la Presidencia surcoreana en un comunicado, que detalló que Pyongyang tiene “suficiente voluntad de dialogar con Estados Unidos”.
Moon Jae-in, por su parte, insistió en que las posibles conversaciones entre ambas partes deben ocurrir “tan pronto como sea posible” y aseguró que la delegación norcoreana también se mostró de acuerdo en que “la relación intercoreana y la relación entre Corea del Norte y Estados Unidos deberían desarrollarse juntas”.
La respuesta del gobierno de Donald Trump no demoró. En un comunicado, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, reiteró que “veremos si el mensaje de Pyongyang, que está dispuesto a mantener conversaciones, representa los primeros pasos en el camino hacia la desnuclearización”.
Esto ocurre después de una creciente tensión entre Washington y Pyongyang, en especial a raíz de las pruebas nucleares realizadas por Corea del Norte en 2017 y la serie de insultos entre Kim y Trump.
Según el diario The Washington Post, se trata del primer signo de voluntad real de Norcorea en años y ocurre en momentos en que la administración de Trump ha apostado por un diálogo sin condiciones previas.
De todos modos, expertos citados por la cadena británica advierten que si bien se dio un paso importante en el acercamiento entre las dos Coreas durante los Juegos Olímpicos y que eventualmente existe voluntad de Pyongyang a dialogar, la tensión podría escalar precisamente por el programa nuclear y las pruebas de misiles que tanto gustan a Kim.
Según la agencia France Presse, la participación de Corea del Norte en los Juegos Olímpicos, que incluyó la visita de la hermana del líder norcoreano, Kim Yo Jong, acompañando una delegación de deportistas, animadores y artistas para la ceremonia de apertura, formaría parte de una estrategia de Pyongyang para aliviar las sanciones internacionales.
De hecho, la Casa Blanca anunció el viernes que impuso nuevas sanciones contra Corea del Norte, dirigidas a más de 50 compañías navieras, que según el gobierno Trump, ayudan a los norcoreanos a eludir sanciones ya impuestas. Antes de anunciar la idea de dialogar con Washington, Corea del Norte había calificado como “acto de guerra” las nuevas sanciones. Además, advirtió que no se sentarían a negociar con un Presidente de Estados Unidos por los próximos 200 años.
Fuente: La Tercera