Donna llegó a superar los 100 kilos de peso, en lo que se conoce como obesidad mórbida, que puede tener consecuencias para la salud.
Con ejercicios logró perder 30 kilos, cólo con las clases de gimnasia. Luego la rutina se hizo más intensa y terminó por dejar el chocolate y los helados, sus comidas favoritas, reemplazándolas por una dieta rica en vegetales y frutas.
Como dice el refrán: "Querer es poder".