Friday, 20 December 2024

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16 de Agosto, Día De La Restauración De La República Dominicana

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Por: Elpidio Bello 

 

Santo Domingo, R. D.- Gracias a la valentía de hombres como Gregorio Luperón, Gaspar Polanco, Santiago Rodríguez, Benito Monción, Pedro Pimentel entre otros más, la República Dominicana pudo salir victoriosa durante la gesta de la restauración de la República llevada a cabo  desde 1863 hasta 1865, contra España. 

La Guerra de la Restauración fue llevada a cabo en Santo Domingo entre  dominicanos y Españoles, que el conservadurismo dominicano había invitado de nuevo a tomar posesión del país 17 años después de la Guerra de Independencia contra la República de Haití y 42 años después de que los habitantes de la parte oriental se declaran independientes de España. 

El conflicto terminó con una victoria dominicana debido a la retirada de las tropas españolas tras las Cortes ordenar su repliegue, debido a que los costes de la guerra eran muy altos y no necesitaban el territorio.

Antecedentes 

En 1861, el general Pedro Santana había arrebatado la presidencia a Buenaventura Báez, quien había quebrado la Tesorería de la Nación con grandes ganancias para sí mismo, frente a una crisis económica, así como la posibilidad de un nuevo ataque de Haití, Santana pidió a España que retomara el control de su antigua posesión bajo la categoría de provincia, con tan solo 17 años de independencia.

Sin embargo, este acto no fue bien recibido por todos. El 2 de mayo, el general José Contreras lideró una fallida rebelión, y Francisco del Rosario Sánchez  encabezó una invasión desde Haití (cuyo gobierno aunque oficialmente neutral, le preocupaba que España afianzará su poder en la zona), pero fue capturado y ejecutado el 4 de julio de 1861. 

 

Otro hecho que contribuyó con la victoria dominicana, lo fue, que  España había emitido una orden real en enero de 1862 declarando su intención de recuperar los territorios que Toussaint Louverture había tomado por Haití en 1794. En un intento de sofocar los disturbios en la región dominicana, las tropas españolas habían desalojado a los haitianos que vivían en estas áreas a lo largo de la frontera haitiano-dominicana. 

Esto llevó al el presidente haitiano, Fabre Geffrard, a renunciar a su posición de neutralidad y empezó a ayudar a los rebeldes dominicanos, convirtiéndose en un aliado circunstancial. 

El Grito de Capotillo 

El 16 de agosto de 1863, un nuevo grupo de 14 hombres bajo el liderazgo de Santiago Rodríguez hizo una audaz incursión en el cerro de Capotillo (Dajabón) e izaron el pabellón dominicano. Esta acción, conocida como el Grito de Capotillo, fue el comienzo de la guerra. 

Entre los integrantes se encontraban Benito Monción, Juan Antonio Polanco, hermano mayor del general Gaspar Polanco, Pedro Antonio Pimentel, entre otros. El experimentado guerrero Gaspar Polanco esta vez se coloca a su lado y llega con ellos a las afueras de la ciudad de Santiago, la cual fue sitiada por miles de hombres.

 

Batallas libradas en las regiones Norte, Sur y Este 

 

Una ciudad tras otra en el Cibao se unieron a la rebelión, y el 13 de septiembre, un ejército de 6000 dominicanos liderados por el Comandante en Jefe de la guerra restauradora, el General Gaspar Polanco, se atrincheró en la Fortaleza San Luis, en Santiago.

Polanco fue proclamado Comandante en Jefe de las fuerzas restauradoras, por todos los caudillos revolucionarios de la región. Fue aceptado por sus condiciones de valeroso y competente guerrero, por haber sido el único general de las campañas de la Independencia que tomaba parte hasta ese momento en el movimiento, por su peso social, su prestigio y su autoridad.

Tomó la decisión de incendiar parte del pueblo de Santiago, rodeando a la Fortaleza de San Luis en un torrente de llamas y humo. La estrategia surtió el efecto esperado, ya que cuando la ciudad quedó en cenizas, perdió valor estratégico para los españoles que no tenían de donde abastecerse, ni donde guarecerse. 

 

Cuando los sitiados en la Fortaleza San Luis decidieron salir hacia Puerto Plata, les persiguió tenazmente, emboscados en El Carril, y El Limón, provocando numerosas pérdidas para los españoles. 

 

Cuando se supo que Pedro Santana pretendía invadir el Cibao, se designa a Gregorio Luperón, quien fue entrenado por Polanco en el arte de la guerra y la estrategia, como Jefe Superior de Operaciones en las provincias del sur y del este.

 

Debido al mal estado administrativo y tecnológico del ejército español, existía una gran ausencia de mandos terrestres, y muy poca experiencia en el resto. José Luis Ceacero Inguanzo, oficial naval, recibió la orden de dirigir a una sección de tropas desde La Romana e Higuey, sin ninguna estrategia, sino la de eliminar toda resistencia en dicho camino. 

 

Estas tropas fueron igualmente derrotadas, y Ceacero dio la orden de retirarse, en contra de varios mandos.

 

En Santo Domingo, se bate de frente al ejército español, que era comandado por Pedro Santana, por entonces Marqués de Las Carreras. 

 

Pese a ser poderoso y disciplinado, el ejército español fue derrotado por Luperón en una estrategia de guerra de guerrillas, debido esto a la inferioridad en número y en calidad de medios por parte de los rebeldes.

Luperón luego reforzó las operaciones de Baní y San Cristóbal donde expulsó a los anexionistas, exitosamente. 

 

 

Fuente: Manual de Historia Dominicana, Frank Moya Pons  

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Santo Domingo, República Dominicana