Uno de los mitos que es preciso desterrar es que las prendas deben guardarse en las bolsas de la tintorería o bien en cualquier otra de plástico. Muy por el contrario, al usarlas es probable que los productos químicos que fueron empleados para limpiar la ropa sean los mismos que dañen sus fibras naturales si se las conserva allí dentro. Lo que se recomienda para quienes prefieran mantener cierta ropa cubierta es emplear telas de lona que alejen el polvo y los insectos, pero que al mismo tiempo permitan que la prenda respire.
Si de espantar “mariposas” indeseables se trata, una buena alternativa a la clásica naftalina esincorporar en el guardarropas hojas de cedro o lavanda. Además, de esta manera se reemplaza el aroma que destilan las pelotitas blancas por fragancias naturales y frescas. Para que este truco sea efectivo lo ideal es cambiar las hojas cada no menos de seis meses.
Que las medias se arruinen mucho antes de lo esperado es lo más habitual. Por eso, antes de estrenarlas un buen tip es ponerlas dentro la heladera envueltas en una bolsa de plástico. Esto da resultado ya que las bajas temperaturas le aportan vigor a las fibras de la prenda.
Para colgar la ropa en el armario se sugiere evitar las perchas de alambre. En general, vienen recubiertas de un plástico que se suelta con facilidad y deja al descubierto enseguida el alambre que destiñe y daña las prendas. Si bien las perchas de madera son un poco más caras, es una pequeña inversión que vale la pena.
Lavar las prendas antes de estrenarlas suele ser lo más aconsejable, pero esta regla no aplica para los jeans. En este caso, los expertos recomiendan lavarlos recién luego de cuatro o cinco primeros usos ya que los vaqueros suelen venir pre-lavados. Por otra parte, no conviene lavarlos con demasiada frecuencia para evitar que pierdan su verdadero color. Un truco para conservarlos intactos por más tiempo es ponerlos en el lavarropas dados vuelta; de adentro hacia fuera.