Desde hace siete años, el país está inmerso en una guerra civil de la que participan numerosas potencias extranjeras y grupos radicalizados
Desde su inicio en 2011, la guerra en Siria ha ocasionado la muerte de más de 400,000 personas, según el último estimado de la ONU en 2016. Pese al desastre humanitario que está generando el conflicto, la salida de esta crisis parece estar todavía muy lejos. A continuación, las claves para entender el escenario sirio
1. ¿Cuándo comenzó la guerra en Siria?
En marzo de 2011, después de que miles de personas salieron a protestar en contra del régimen de Bashar al Assad, quien lleva en el poder desde el 2000, empezó a gestarse un conflicto que ya supera los siete años.
Manifestaciones populares y protestas en otros países de Oriente Próximo como Egipto, Yemen y Libia ocasionaron la explosión de un movimiento que se conoció como "La primavera árabe".
Ante la ola de protestas y las continuas manifestaciones populares, el régimen denunció una “rebelión armada de grupos salafistas (movimiento islámico conservador suní)”. Esta postura del gobierno de Al Asad produjo la radicalización de la oposición al régimen e inmediatamente se fue gestando un llamado para terminar con el régimen.
En 2012, la violencia alcanzó la capital, Damasco, y a la segunda ciudad en importancia, Alepo.
Antes de que el conflicto comenzara, muchos sirios ya se quejaban de un alto desempleo en el país, de la corrupción, falta de libertad política y de la represión del gobierno.
2. Las caras del conflicto
Es un tanto complicado entender quién es quien en esta guerra. La multiplicación de enemigos como de alianzas ha generado un complejo escenario en territorio sirio. Por un lado, está el régimen de Al Assad, apoyado directamente por Rusia, que busca mantener su base naval en Tartus, único punto controlado por la Armada rusa en el mar Mediterráneo. También Irán ha demostrado su afinidad con el presidente sirio por pertenecer a la rama chií del islam a través del movimiento libanés Hezbolá.
Por otro lado, hay distintas facciones rebeldes que reciben apoyo de diferentes países. Por ejemplo, EE.UU. le da armamento al Ejercito Libre de Siria (ELS) –integrado por civiles que se sumaron a la rebelión y que han sido entrenados por desertores del ejército–y Turquía financia a los Batallones del Sultán de Murat, milicia rebelde suní. Pero además, en Siria hay presencia de grupos terroristas como el Estado Islámico, del que se dice está financiado por Arabia Saudí, y el Frente de la Conquista del Levante, antiguo Frente Al Nusra, que solía ser una filial de Al Qaeda. El grupo EI fundó un califato en los territorios conquistados en Irak y Siria, pero ha perdido mucho terreno por los bombardeos rusos y occidentales. Los kurdos también juegan un papel clave, pues han logrado contener al EI en el norte de Siria. Las milicias kurdas dominan la mayor parte de la frontera con Turquía, pero actualmente están siendo atacadas por Ankara en la zona noroccidental de Afrin, ya que las consideran terroristas.
3. El papel de la comunidad internacional
El 24 de febrero pasado el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución que exigía el cese inmediato de las hostilidades y una tregua humanitaria de al menos de 30 días. Esa resolución nunca se aplicó y el régimen siguió con sus bombardeos indiscriminados.
Los expertos aseguran que la Unión Europea siempre a esperado a que EE.UU. tome medidas contundentes. Aunque, ha quedado demostrado que la única vez que EE.UU. tomó cartas en el asunto fue para combatir al Estado islámico y no para poner fin al conflicto. Por su parte, Rusia siempre ha mantenido una posición muy activa y cercana al régimen de Bashar Al Assad, a quien considera uno de sus aliados en la zona.
4. ¿Cómo puede influir la relación de EE.UU. y Rusia?
Putin se ha jugado al 100% por apoyar a Bashar Al Assad. Por su parte, los Estados Unidos han mantenido una posición ambigua y por momentos anodina con respecto al conflicto. El enfrentar al Estado Islámico siempre ha sido la obsesión de la Casa Blanca. Rusia va a seguir manteniendo su actividad bélica, pero siempre relacionada al exterminio de las fuerzas rebeldes al régimen. Putin sabe que mientras Assad esté en el cargo, los intereses rusos van a ser respetados (las bases aéreas y los puntos petrolíferos y gasísticos).
5. El papel del Estado Islámico
Desde el principio del conflicto ha quedado bien en claro que la intervención del ISIS (Estado Islámico) correspondía a una amenaza externa a Siria. El Estado Islámico fue muy inteligente al aprovechar el caos interno y la debilidad política del régimen para instalarse y llegar a controlar casi un tercio del territorio sirio.
A fines de 2016, el Ejército sirio reconquista Alepo y surge la esperanza de un final para la guerra. Sin embargo esto no ocurrió y, por el contrario, se intensificó la violencia. En otros sectores del país, los rebeldes aprovecharon la distracción del Ejército de Assad en su lucha contra el ISIS para reforzar sus operaciones bélicas. Sobre todo en tres o cuatro regiones del norte, en el sur del país y en algunas localidades del centro. Estas reacciones rebeldes generaron el aumento de víctimas, tanto de integrantes de las guerrillas como de civiles.
6. Armas químicas
El gobierno de Assad siempre mantuvo que su arsenal estaba seguro y nunca lo usaría dentro de Siria. Sin embargo, los reportes de ataques con armas químicas comenzaron a salir a la luz a partir de 2013.
Desde comienzo de 2013 se han empleado armas químicas en al menos 35 casos, según la Comisión de Investigación de la ONU.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que unas 500 personas fueron atendidas en centros médicos en Duma con síntomas de exposición a agentes químicos y que unas 70 personas, que estaban en sótanos murieron, tras un presunto ataque en Guta Oriental.Por su parte, EE.UU. acusó a Rusia de incumplir su obligación de garantizar el fin del programa de armas químicas de Siria y dijo que examina una "serie de opciones" para responder al presunto ataque registrado a las afueras de Damasco.
7. El drama de millones de refugiados
Líbano, Jordania y Turquía han sido los principales países que han recibido las oleadas de refugiados. En 2013 el éxodo de sirios a diferentes partes del mundo se incrementó. Las condiciones de vida en el país se deterioraron de forma drástica y millones de personas fueron desplazadas de sus hogares solo dentro de territorio sirio. Se cree que un total de 11 millones de sirios, la mitad de la población, han tenido que abandonar sus hogares.
Según cifras del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) la guerra ha provocado que emigren más de 5 millones de personas, uno de los mayores éxodos en la historia reciente.
Varios países (europeos, latinoamericanos, Estados Unidos) se comprometieron a recibir a determinadas cantidades de solicitantes de asilo sirios. La ONU logró recaudar $8.4 millones para proveer ayuda a 18 millones de personas.
8. ¿Existe la posibilidad de un final cercano para el conflicto?
Tras siete años de intensas luchas, no se vislumbra un final cercano para el conflicto sirio. El régimen de Assad es intransigente, ya que la única postura que lo deja satisfecho es su triunfo. Además, el líder sirio tiene un respaldo sólido de parte de Rusia e Irán. Lo que si está mas que claro, que los problemas de Siria no acabarán con el cierre de este conflicto. La reconstrucción de un país devastado y la repatriación de millones de personas ocupará por décadas al gobierno que logre alzarse con el poder. Ya sea el régimen de Assad o cualquier otra facción que se quede con el liderazgo construirá un gobierno débil y dependiente de los aliados.
Fuente: Elnuevodia.com