Por: Juan Hernández Inirio

         Director Provincial de Cultura. La Romana.

Hoy se cumplen 92 años del nacimiento del escritor colombiano Gabriel José de la Concordia García Márquez, Premio Nobel de Literatura 1982. Si hay una vida y obra en la literatura latinoamericana a cuya permanencia apostamos, más allá de lo ignoto de la posteridad, es a la del hijo de Aracataca, el Gabo, fundador y habitante perpetuo de Macondo.

Su inmensa obra narrativa y periodística, que le valió fama universal; su militancia ideológica de alto e indoblegable compromiso en favor de las mayorías; su biografía compleja y victoriosa que ha inspitado a millones a no rendirse en la búsqueda de la identidad y la batalla por los sueños, es un legado para América Latina y la humanidad toda. 

Celebro la vida de García Márquez, a quien he leído con fervor desde que tengo uso de razón, empezado por la espera eterna de un coronel y su esposa, pasando por un Santiago Nasar que es el único que ignora que la muerte le acecha, contemplando a Remedios la bella ascender a los cielos, siendo cómplice de un anciano que quiere una virgen para su cumpleaños y temblando con la historia de Florentino y Fermina en "El amor en los tiempos del cólera", mi novela suya preferida. 

Desde sus primeros cuentos escritos antes de los 20 años, fue un escritor que convirtió su cultura en material cosmopolita e hizo de su tierra un poderoso motivo para preñar la hoja en blanco. Justo es hoy cantarle "feliz cumpleaños" a García Márquez, el eterno.