En la infancia nuestra vida consistía tan sólo en jugar, comer y dormir. Puesto que no todos los seres humanos somos iguales, algunos niños nacen diferentes. Es el caso de Edmund Thomas Clint de Kerala, quien antes de cumplir 7 años de edad asombró al mundo con su arte, habiendo creado cerca de 25,000 pinturas.
Clint nació en Kochi y su cita con el arte aconteció incluso antes de que cumpliera su primer año de edad. Dibujó con una tiza un círculo perfecto en el piso, a una edad en la que los niños ni siquiera pueden agarrar un lápiz correctamente. Este pequeño prodigio nació en 1976.
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Mohanan, un artista amigo de su padre, sería quien inspiró al pequeño Clint. El niño se sentaba pacientemente con Mohanan para observarlo pintar.
Sus padres apoyaron el talento del pequeño y le dieron una caja de tizas de colores para dibujar. José, su padre, le compró una nueva caja de crayones con la que Clint cubrió las paredes de la casa con garabatos.
En ocasiones hacia hasta ¡100 pinturas en un solo día!
La situación financiera en casa no era buena, pero José compraba suministros de arte para su pequeño hijo en cada uno de sus viajes de trabajo.
Mohanan fue el primero en reconocer el talento artístico de Clint. Sabía que el pequeño tenía la habilidad para crear algo extraordinario. Ante la insistencia de José, accedió a ser el mentor del pequeño
Después de que Clint cumpliera tres años de edad fue diagnosticado con una enfermedad renal que los médicos informaron era fatal. El pequeño artista se sobrepuso a la enfermedad con la ayuda del médico homeópata Joseph Abraham.
Su doloroso proceso con la enfermedad no mermó su voluntad de pintar. Clint continuó explorando las posibilidades artísticas con su creativa mente.
¡Cuando Clint tenía 5 años ganó un concurso de arte dedicado a menores de 18 años!
Sus obras incluían dibujos de animales y personajes mitológicos. Era todo un maestro retratando la belleza de la vida cotidiana.
Un día, Clint y su padre presenciaron una representación tradicional de Theyyam. Quedó tan impresionado con el baile que lo capturó en un lienzo de manera casi perfecta.
Sin embargo, su carrera tuvo un abrupto final cuando la enfermedad del riñón regresó, un mes antes de que cumpliera 7 años.
Después de su fallecimiento, durante una exposición, un grupo de artistashabló con su padre sobre la pintura de Theyyam y le dijeron: “la pintura que se exhibe aquí es el Theyyam de Muchilottu Bhagavathy. Cuando realizamos el elaborado proceso de pintura del Theyyam, deliberadamente lo dejamos inacabado. Tememos que si la pintura es completada, el artista muera pronto. Este Theyyam está absolutamente completo y perfecto”, según un informe de Better India.
Clint tuvo una vida corta, pero su legado sigue vivo en Kochi y en los corazones de los amantes del arte en todo el mundo.
Fuente: LA GRAN EPOCA