ANDER GALISTEO INGENIERO DE SISTEMAS Y TELECOMUNICACIONES

ALEX ZUBIRIA

DONOSTIA - Grado en Ingeniería y Sistemas de Telecomunicaciones y Máster en Ingeniería en Telecomunicaciones por Tecnum, a sus 25 años Galisteo cuenta con un segundo máster más en la misma área que realizó en Houston y ya se encuentra estudiando un tercero en Madrid gracias a la beca de la Caixa, esta vez enfocado a la comunicación por luz visible y con la mirada puesta en el doctorado.

¿En qué consiste este máster?

-Estoy trabajando en comunicación por luz visible, que básicamente busca convertirse en una alternativa al wifi con la que poder transmitir datos a través de la luz. La idea es que con las mismas bombillas que usamos nosotros para iluminar, como las led, podamos tener acceso a Internet.

¿Notó mucha diferencia entre los máster de aquí y los de Estados Unidos?

-Sí. Creo que es algo que está incrustado en la formación global en el Estado, que es bastante menos práctica. Eso no significa que sea ni mejor ni peor. De hecho, yo creo que en general la formación que se da aquí es bastante mejor. Lo que pasa es que en EEUU tienen una serie de universidades de primera talla mundial que son muchísimo mejores. Yo no tuve gran dificultad para adaptarme allí.

Tras un grado y dos máster, ¿por qué decidió inscribirse a uno más?

-A mí la docencia me gusta mucho y para poder dedicarme en exclusiva a ello hace falta un doctorado. Esa es la principal razón por la que me apunté, y aunque una vez que he comenzado el máster, la investigación me está gustando bastante, me gustaría seguir por el camino de la docencia.

¿Una docencia que prefiere ejercer en el extranjero o de vuelta a Donostia?

-Las oportunidades están difíciles, pero a mí me gustaría volver a Donostia. He estado en muchos sitios, pero calidad de vida como la de aquí no la he visto en ningún lado. No sé si seguiré por la docencia o la investigación, no me lo he planteado seriamente, pero sí me gustaría volver.

¿Cree que las empresas exigen cada vez mayor formación a los jóvenes? ¿Es esta generación la mejor preparada pero sin empleo?

-Creo que ahora hay más trabajo, pero de poca calidad y que no da ningún tipo de estabilidad. Es verdad que los jóvenes ahora estamos más formados, pero creo que existe una necesidad por impulsar más el emprendizaje. Se dice que se ayuda, pero no es cierto. Es lo mismo que pasa con la investigación, donde estamos a la cola de Europa en ayudas. La verdad es que hoy en día estamos obligados a especializarnos mucho, porque eso es lo que realmente exige el mercado.

A ese respecto, ¿notó una mentalidad diferente en Houston?

-Sí. Allí se incentiva muchísimo el emprender. Yo siempre pongo un ejemplo: aquí cuando una persona intenta hacer algo y le sale mal, se le queda el estigma de ser prácticamente un fracasado, mientras en Estados Unidos ocurre todo lo contrario. Si allí alguien intenta hacer algo y no le sale bien, se le ve como un emprendedor, una persona que lo intenta y eso las empresas también lo valoran. Lo ven como una persona que aprende de sus errores y seguro que hará todo lo posible por no volver a repetirlos. Aquí si haces algo y no te sale, es muy difícil volver a intentarlo.

¿Y en Gipuzkoa? ¿Aquí tenemos esa misma mentalidad?

-En el área de las comunicaciones noto muchísima diferencia con respecto al resto. En Gipuzkoa la máquina-herramienta es la que lo ha llevado mejor, mientras que en la parte tecnológica veo muchos más problemas. En Madrid hay más opciones, mejor pagadas y con mejor valoración.

¿Existe una impresión de que la situación puede estar cambiando?

-El mercado de la ingeniería se está empezando a mover cada vez más. Desde que terminé la carrera la situación estaba parada, la gente que empezábamos lo teníamos muy complicado. Pero la realidad de hoy en día es que hacen falta más ingenieros, las empresas carecen de ellos y encima hay mayor carga de trabajo.

¿Cómo ve el futuro? ¿Cree que el emprendizaje finalmente se potenciará o, por el contrario, no hay una actitud positiva ante ello?

-Tampoco ninguna, pero tengo muy poca esperanza. En algunos estudios que he leído sobre el tema se estima que aproximadamente por cada euro destinado a emprendizaje se retribuyen en diez al Estado en tan solo cinco años. Aquí se está ayudando al emprendizaje muy poco. Yo un doctorado lo veo como una forma de emprendizaje; estás aprendiendo, te encuentras en la frontera del conocimiento en tu área y, sin embargo, hay muy pocas salidas. Yo he tenido la suerte de tener la beca de la Caixa, pero conozco a mucha gente que ha intentando hacerlo y no lo ha conseguido. Tenemos muchísimo trabajo por hacer, sobre todo desde la parte pública. También hay que fomentar que las empresas empiecen a apoyar la investigación. Durante la crisis económica muchas empresas de investigación cerraron y, si no se innova, el mercado te come puesto que otros van a hacer productos mejores con los que será imposible competir. Yo creo que la investigación y el aprendizaje son inversiones para futuro.