Samsung no quiere soltar el cetro de los móviles más exclusivos que se disputa con Apple. Mientras prepara su terminal de pantalla flexible y espera la implantación masiva del 5G, llamado a cambiar el modo con el que interactuamos con nuestro smartphone, el fabricante surcoreano ha decidido exprimir al máximo la insignia Galaxy, equipándola con la mejor tecnología y diseño disponible.
La marca presentó este miércoles sus nuevos Galaxy S10, tres modelos en 4G que llegan ahora (S10+, S10 y S10e) y que tendrán una réplica con 5G en verano. Su nuevo buque insignia hace gala de la inteligencia artificial no solo para sugerir la mejor foto en cada disparo sino también para adaptar la batería a los hábitos de uso y economizar energía.
Aunque el S10 será el emblema de Samsung en 2019, la verdadera sorpresa llega de la mano del Galaxy Fold, el primer teléfono con pantalla plegable, que presentaba orgulloso DJ Koh, presidente de la división de consumo. "Este es un nuevo inicio. Reinventamos la pantalla". Una invención no apta para todos los bolsillos. El Galaxy Fold saldrá a la venta el 26 de abril desde 1.980 dólares (unos 1.750 euros), con dos baterías, un potente procesador de 7nm, y seis cámaras (tres traseras, dos delanteras, y una en la tapa exterior para cuando está plegado)
Funcionará como un híbrido,con dos pantallas, de forma que se pueda usar como un móvil plegado de 4,6 pulgadas, y como una tableta de 7,3 pulgadas cuando se despliegue. Así, la pantalla principal exterior es Superamoled con resolución HD+, mientras que la más grande, ubicada en el interior, es Dynamic Amoled, con resolución QXGA+. 3. La pantalla interna no solo se dobla, se pliega gracias a una capa de polímero y una pantalla aproximadamente un 50% más fina que la típica pantalla de smartphone, que permite que Galaxy Fold sea flexible y duro.
En la pantalla grande se mostrarán hasta tres aplicaciones al mismo tiempo y abrirá automáticamente las tareas que se estaban realizando en la pequeña. De esta forma, al abrir y cerrar el Galaxy Fold, las aplicaciones aparecerán automáticamente donde se dejaron.
La renovada gama Galaxy S10, presentada oficialmente este miércoles en San Francisco y en una sesión especial para la prensa especializada en Londres, es una evolución prudente pero sólida de los S9, tanto en prestaciones como en diseño. De este último, sorprende su pantalla infinita, que no solo elimina los bordes como en el modelo anterior sino que esconde las lentes de la cámara delantera bajo la superficie en un discreto agujero (punch hole), de forma que se aprovecha el 93,1% de la pantalla para mejorar el visionado de una película, jugar un videojuego o simplemente disfrutar de cualquier aplicación.
La otra gran novedad es su nuevo sensor de huellas dactilares ultrasónico, alojado debajo de la pantalla frontal y sin botón físico. Mediante pulsos de sonido crea una huella tridimensional casi imposible de falsificar, incluso con un molde de silicona como ocurre con los sensores de dos dimensiones. Una vez que ha escaneado el pulgar o el dedo elegido, el desbloqueo es instantáneo, incluso con las manos mojadas o la pantalla apagada. También lleva reconocimiento facial (no de iris), aunque Samsung no esconde que su apuesta definitiva por la seguridad pasa más por las huellas que por el rostro.
Sin embargo, para el gran público que busca la comodidad de captar un momento o hacer un retrato con un simple clic sin tener que trastear en el menú, lo que más le llamara la atención es la nueva función de "foto sugerida" (shot suggestion). Cuando se enfoca un paisaje o un rostro, sobre el visor aparece una especie de guía con una línea central y un punto rojo, que hay que alinear moviendo el móvil para conseguir el encuadre perfecto. Esa función es posible gracias a la inteligencia artificial que busca en la base de datos del teléfono entre millones de fotos para decidir cuál es el mejor disparo posible.
La cámara delantera para selfies, dual en el caso del S10+ con dos lentes de 10 MP y 8 MP, va embutida dentro de la pantalla en la parte superior derecha, para no distraer la superficie. Rompe así con la dictadura de la pestaña o notch para alojar las cámaras y los sensores, que puso de moda Apple en sus últimos iPhone y han repetido hasta la saciedad el resto de fabricantes.
La pantalla, de 6,1 pulgadas en el caso del S10 y de 6,4 pulgadas en el S10+, usa el nuevo estándar de 4K Quad HD Dynamic Amoled, que amplía el contraste y la variedad de colores, mejorando el visionado. Se ha mitigado también luz azul para reducir la fatiga ocular. Además, la cámara de vídeo incluye un estabilizador de imagen (supersteady) que reduce el área de grabación para compensar el movimiento de la mano y evitar la sensación de temblor cuando se graba, por ejemplo, en un concierto. Las cámaras frontales y traseras pueden filmar en calidad UHD y, por primera vez, la cámara trasera te da la opción de grabar en HDR10+.6
Batería predictiva
La batería se amplía hasta los 3.400 mAh en el S10 y hasta los 4.100 mAh en el S10+ pero la baza en este segmento no está tanto en el aumento de la capacidad sino en que, otra vez gracias a la inteligencia artificial, la pila se convierte como la cámara en un elemento dinámico capaz de predecir los hábitos de uso y adaptarse a ellos para ampliar la autonomía del móvil. Así, si el usuario realiza una serie de rutinas como por ejemplo, encender el mapa GPS cuando conduce o reproducir música cuando ojea páginas web, el móvil aprende de esos usos, y apaga o enciende funciones para optimizar el consumo de energía.
El extra que a buen seguro estará entre los más aplaudidos de los nuevos Galaxy S10 es su capacidad para convertirse en cargadores inalámbricos (WirelessPowerShare) que alimenten tanto a otros móviles como a wereables, siempre que sean compatibles con ese estándar de carga (certificación Qi). Basta activar la función de cargador y colocar el otro aparato en el reverso del S10 para que el otro aparato comience a llenar sus baterías. La carga es, por supuesto, más lenta que con el cable pero merece la pena para una urgencia o para ahorrar cargadores en la maleta en caso de llevar un segundo móvil o un smartwatch.
El S10e y el S10 5G
El S10e, la versión más económica, se diferencia a simple vista por el menor tamaño de la pantalla (5,8 pulgadas) y que esta es plana a diferencia de sus hermanos mayores que siguen optando por los bordes curvos (edge). También pierde el teleobjetivo en la cámara trasera y la delantera es monofocal. La batería se reduce a los 3.100 mAh, y llega en dos versiones (6G de RAM y 128 GB de memoria interna y 8GB/256 GB).
De la versión 5G, que se venderá a comienzos de verano, solo se sabe que ampliará su pantalla hasta las 6,7 pulgadas y la batería hasta los 4.500 mAh, con una supercámara de vídeo hQVGA, y un sistema de carga ultrarrápida.
Samsung ha querido también aprovechar el lanzamiento de los S10 para estrenar cascos inalámbricos, los Galaxy Buds, más ergonómicos y los primeros que incorporan carga inalámbrica.
Los precios según los modelos son los siguientes: Galaxy S10e de 6 GB RAM y 128 GB de memoria, 759 euros; S10 6 GB/128 GB, 909 euros; S10 8 GB/512 GB, 1.009 euros; S10+ 6 GB/128 GB, 1.259 euros; y S10+ 8 GB/512 GB, 1.609 euros.
El Galaxy 10 llegará a España en cinco colores (azul, blanco, negro, azul, amarillo y rosa) y el S10+ estará también disponible en dos colores cerámicos premium. Se puede reservar a partir de hoy, hasta que salga a la venta el próximo 8 de marzo. Los clientes que hagan la reserva recibirán los Galaxy Buds de regalo.
Fuente: Elpais.com
